Se acabó el tiempo. Las más de doscientas mil firmas para promover y llevar a cabo el ejercicio de revocación de mandato, al que se comprometió el gobernador Julio Ramón Menchaca Salazar en los primeros días de iniciado su mandato 2022-2028, no se consiguieron. 

Las causas están a la vista, desde un árbitro electoral estatal (IEEH) que no lo promovió como la falta de movilización de quienes lo querían ejecutar forman parte del anecdotario. 

En cambio para la consulta popular si debe o no construirse la planta recicladora y parque ecológico en el polígono de los municipios de Tula, Tlaxcoapan y Atitalaquia, se ha anunciado oficialmente por el gobierno de Hidalgo.

Contrario a la revocación de mandato el código electoral impide que desde el gobierno se promueva.

Las dos tienen algo en común: la desinformación e infodemia que hay para la consulta y hubo alrededor de la revocación.

A quienes detentan el poder político y económico les interesa que el pueblo bueno y sabio no se informe, que llegue confuso el votante o ciudadano a marcar la boleta, eso es parte de lo que mantuvo al PRI tanto tiempo al mando del país y ahora es Morena la que saca jugo a esa misma estrategia.

Por eso los hidalguenses no deben profundizar ni andar preguntando: por qué está semana no hubo un delito de alto impacto; por qué los exalcaldes pueden robar del erario, devolver una parte y salir de la cárcel a gastarse el resto del botín (así pasa con el maxiproceso estafa siniestra).

También no deben excavar en por qué el alcalde de Pachuca en vez de aplicar la ley les regala cinco millones de pesos a los vendedores ambulantes; por qué en el sexenio estatal actual no hemos sabido de funcionarios de la 4T que son transas, menos que reciban castigo penal.

Y la mejor receta para cerrar este 2025, es distraer al pueblo bueno y sabio con que en la mayoría de municipios se realizaron encendidas de árbol de Navidad, lo que en el pasado inmediato y otros años no fue tan masivo. 

DE MIS TREBEJOS

Por fin hay figura presidencial en Pisaflores, este caso exhibe lo flojos o lo ignorante de quienes integran el gabinete estatal y les atañe resolver los problemas en la entidad, y no dejarlos crecer o esperar que el tiempo lo resuelva todo. 

Si cayó Alejandro Gertz y se fue de la Fiscalía General de la República, ¿a poco en Hidalgo son más poderosos los intereses personales y las complicidades para mantener a los secretarios estatales que deberían salir?

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Las complicidades entre autoridades locales y células criminales en la región de Tula son conocidas desde hace décadas.

Esa región no solo se caracteriza por su vocación industrial, también fue reconocida durante muchos años como el epicentro de la diversión y entretenimiento para adultos; frecuentado por miles de empleados de la industria del cemento, petroleros, empleados de la termoeléctrica, entre muchos otros.

La venta de alcohol, los shows con desnudistas y la prostitución siguen siendo un imán para un sector de los trabajadores en esa región y por supuesto, para los grupos delictivos que controlan la venta de drogas, alcohol y la prostitución.

Las autoridades locales, pero también la sociedad en general se desentendió del asunto, tratándolo como “un mal necesario”, durante décadas.

Con el crecimiento de la criminalidad en el país, la región de Tula-Tepejí, si no la primera, sí de las primeras zonas con estos conflictos en Hidalgo.

La venta de huachicol en la zona, es otro de los negocios ilegales que la costumbre normalizó, al punto de manejarse abiertamente en varios municipios y las autoridades jamás hicieron nada.

La criminalidad y la violencia ya son característica de la región; como ejemplo de ello podemos observar cómo son distintos los efectos del reciente asalto y masacre ocurrido en el bar La Resaka: Para todos aquellos que no vivimos en Tula o sus alrededores, la noticia es motivo de alarma e incredulidad; para quienes habitan en la zona, es un hecho cada vez más frecuente.

Veamos otro ejemplo de complicidad y complacencia ante el aumento de la criminalidad en aquella región.

El 18 de enero del 2018 en Tlahuelilpan, se registró una terrible explosión, debido a una fuga en un ducto de Pemex, que había sido “picado” para extraer de manera ilegal combustible.

Decenas de personas murieron a consecuencia del estallido o por las quemaduras que sufrieron en la conflagración. El gobierno federal y estatal atendieron la emergencia y durante semanas el tema ocupó titulares en todos los medios nacionales e incluso del extranjero, con diferentes versiones y notas de seguimiento.

Si usted pregunta hoy en aquel municipio, hay una versión no confirmada que asegura:

 “cuando el tema se enfrió, un grupo de vecinos de Tlahuelilpan, (se presume que entre ellos había familiares de varias personas que murieron en la explosión), se organizaron para capturar y ejecutar a varios huachicoleros locales.

 La historia es conocida por todos en la región, nadie la niega, nadie la confirma, pero a nadie le molesta si acaso fuera verdad.

En Hidalgo, la percepción de inseguridad en 2025 fue en aumento, principalmente después de hechos violentos como los ocurridos el pasado sábado en Tula de Allende.

Al revisar las cifras locales sobre la incidencia delictiva, hay datos que muestran tendencias mixtas.

Por un lado, las encuestas reflejan una sensación de inseguridad elevada, particularmente en lugares públicos como cajeros automáticos. Por otro lado, se observan incrementos en delitos específicos, como el robo en transporte público, mientras que algunos delitos de alto impacto, como los homicidios dolosos, pueden presentar una disminución en ciertos periodos. 

La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción Sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2025, del INEGI revela que el 41.7 por ciento de la población en Hidalgo, considera que es peligroso vivir en su entorno.

El estudio dice que la percepción general de inseguridad es del 65.5 por ciento; el lugar donde la gente se siente más vulnerable es en los cajeros automáticos con el 76. 6 por ciento.

La ENVIPE 2025 señala que la violencia familiar es el delito con más carpetas de investigación en el estado, especialmente en la capital, Pachuca, pero también hay aumentos significativos en delitos como robo al transporte público-hasta 200 por ciento-, y despojo.

Otros delitos con alta incidencia incluyen el narcomenudeo, amenazas y lesiones dolosas.

A pesar de los incrementos en ciertos delitos, hay datos que señalan una reducción del 13 por ciento en homicidios dolosos durante el primer semestre de 2025, en comparación con el mismo periodo del año anterior. 

En el fenómeno de la inseguridad y la delincuencia inciden muchos factores que van desde la pobreza y desempleo, hasta la deserción escolar o la desintegración familiar.

Los delitos de alto impacto que en las últimas semanas se registraron en Hidalgo, en su mayoría, tienen características que señalan la operación de células de grupos armados ligados a robo de combustible y narcotráfico.

Las estadísticas muestran que no son las actividades ilícitas más frecuentes, pero sí muestran que el fenómeno del crimen se extiende por el país.

El regreso a la vida pública del expresidente Andrés Manuel López Obrador con la presentación de su libro, no es nostalgia, ni vanidad, ni siquiera promoción editorial. Es política pura. López Obrador reaparece para ajustar, orientar, corregir y recordarle a México, amigos y enemigos por igual, que el capítulo de su influencia política no solo no está cerrado, sino que apenas empieza a reescribirse. Y lo hace con la elegancia táctica de quien sabe que basta presentarse para que todos vuelvan a hablar de él

El momento es lo relevante, es el cálculo político detrás del acto. La fecha no es casual ni remotamente inocente. López obrador jamás  se mueve sin evaluar cada movimiento político. Tras su salida del poder, el obradorismo entró en transición. Eso significa que la estructura política de MORENA ansiosa de ganar espacios de poder, de marcar su propia agenda, y de interpretar su legado  a conveniencia se empezó a mover sola. Y peor aún, a repartir cuotas de influencia que antes pasaban por él.

Pero su regreso no solo reordena el escenario morenista, si no que se pone de frente a una oposición que cada vez estaba alzando la voz más fuerte, y a sus propios aliados que se están reorganizando, PVEM, PT Y MC 

El libro fue las excusa perfecta para articular su versión de los hechos y, sobre todo, para marcar la linea rectora del presente y del futuro de la 4T.

Sin ese gesto, las tribus internas podrían haber empezado a inventar su propia interpretación del proyecto. Con su regreso a escena, el expresidente ejerce un control preventivo. Con su tono habitual sereno, seguro, con esa mezcla de nostalgia y desafío, se ubica de nuevo en la conversación nacional en torno a su figura. Esto, para la oposición, es una mala noticia: si no lograron contraponer un proyecto sólido cuando él estaba en Palacio, menos podrán hacerlo mientras siga marcando la agenda desde fuera.

El regreso tiene una ventaja obvia: hablar, moldear y presionar sin cargar con el costo de gobernar. Desde su nueva posición, una mezcla de líder moral, comentarista político y guardián del proyecto, puede lanzar advertencias o elogios,  moldear expectativas públicas e inclusive sugerir abiertamente. Todo sin que el costo político recaiga sobre él. Un movimiento quirúrgico.

X @David_Tenorio