El 2023 será un año crucial para el proyecto de gobierno de Julio Menchaca; el primer año de una administración que no tendrá los mismos parámetros de tolerancia social y política que "gozaron" sus antecesores.

El gobierno de Menchaca Salazar tiene una marca de nacimiento: 2 de junio de 2024; patente de que apenas un año y 10 meses después de tomar las riendas del estado, enfrentará la elección más grande e importante del sexenio.

De esta situación, el tiempo para que el gobernador y su equipo "se muestren" es reducido a un año. En sólo 12 meses los principios de la 4T deben aplicarse en todo el entramado oficial con énfasis en resolución de los temas económicos nebulosos heredados de la administración del Omar Fayad.

La velocidad a la que los integrantes del gabinete deban resolver sus obligaciones será directamente proporcional al avance en sus carreras políticas, con base en el supuesto de que el "primer círculo" del Gobierno Hidalguense será la fuente de dónde surjan candidatas y candidatos para la mega elección.

Otro de los grandes retos que el proyecto de Julio Menchaca atenderá es la aplicación de un nuevo orden administrativo con secretarías que redefinen sus tareas e instancias completamente nuevas cuya operación aún no pasa el periodo de prueba.

El reloj puede convertirse en un factor en contra para el Gobierno Hidalguense en el 2023; la presión política deberá ser regulada con maestría para conseguir las metas de desarrollo sin afectar las tareas publica con las pugnas partidistas, protagonismos desbordados, disputas intestinas o curvas de aprendizaje infinitas.

El equilibrio entre la experiencia y las nuevas ideologías será la clave para el buen resultado del proyecto sexenal que ya cumplió 4 meses.



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Last modified on Domingo, 01 Enero 2023 22:37