Entre faros y sombras

Un deporte en la política

Dicen que es de sabios cambiar de opinión, que es válido, que es cosa de madurez, de crecimiento, de vida, sin embargo qué sucede cuando entre en ese cambio, se va la ideología, confianza y deseos de personas que confiaban en quien decide ese cambio, en sus palabras, en tus proyectos o vamos, simplemente en sus promesas.

Las campañas políticas están por iniciar, es cuestión de horas para que las dos alianzas formadas en Hidalgo rumbo a la renovación de la gubernatura, den a conocer a sus candidatos, a inicios del 2022 sabremos quiénes van por la vía independiente y si algún partido de ultima, decidiera postular a alguien más para el cargo público más importante en el estado.

Durante este proceso y muchos otros que hemos vivido, hemos visto militar o caminar a muchos perfiles de un partido a otro, cambiando camiseta, bandera y hasta discursos, con tal de refrendar tal o cual ideología.

Ante estos hechos, que dicho sea de paso no son nuevos dentro de la política, se han acuñado términos como “chapulines”, considerado en términos sarcásticos como un deporte que no es más que políticos con cierta afiliación que van de un instituto a otro para seguir en el negocio.

Vuelvo a repetir pero ahora pregunto ¿Es de sabios cambiar de opinión?, es conocido que todos los partidos tienen bases, tienen reglamentos, tienen causas encaminadas a tal o cual sector, las cuales las defienden con estatutos y leyes, de ahí su empatía con la gente, de ahí que los individuos se vean identificados, de ahí se crean militancias, la lealtad e incluso hasta la construcción de esperanzas y empatías hacia tal o cual personaje.

En ese entendido, cuando se da el ya citado chapulinazo, es de analizarse la contradicción del hecho, por el brinco y la escénica misma que representa el cambio ( a veces anunciado, a veces sorpresivo), por los intereses, los colores y todo lo que ello conlleva.

Además de las repercusiones en el ánimo ciudadano y las consecuencias en el ejercicio de gobierno.

Hasta aquí, no quiero decir que “cambiar” de opinión sea malo, pero si digo que debería existir más conciencia y empatía no hacia los intereses propios o de unos cuantos, si no al amor y respeto de las militancias, que son quienes los llevan a esos cargos de elección, que son quienes crean (si, tal vez pecando de romántica, lo voy a decir), el alma de los partidos.

Respeto, una palabra que nunca se debe de perder de vista en una campaña política, en el ejercicio de un poder, en la vida misma.

Ejemplos podría citar muchos, pero al final del día usted siempre tendrá la última palabra estimada audiencia, no puedo decirle por quién votar o por quien no hacerlo, sin embargo si le puedo recomendar que antes de hacerlo, lo analice, lo piense y lo decida en base de trayectorias, resultados y afinidades.

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Last modified on Viernes, 17 Diciembre 2021 13:41