Vocales extraviadas

A revisión

Mientras todos los reflectores informativos apuntan hacia Tlahuelilpan; el proceso interno para renovar las dirigencias estatales de Morena y el PRI, duermen “el sueño de los justos.

Convenientemente, la fatalidad beneficia a estos dos organismos políticos que hace unos días entraban en crisis al no alcanzar acuerdos para renovar a sus cúpulas debido a las profundas diferencias entre sus corrientes principales.

Morena, organismo político de moda en México; es un jugoso botín para los políticos avezados en procesos electorales como Gerardo Sosa o Canek Vázquez. Estos, junto a Abraham Centeno, Julio Menchaca o Nabor Rojas buscan escalar peldaños hacia la dirigencia local.

El problema en Morena, radica en que éstas corrientes no fueron lo suficientemente discretas para ocultar su interés por las enormes prerrogativas que recibirán este año, además las acusaciones de una intervención oficial en el partido inquietó a las cúpulas, de ahí que la dirigencia nacional decidió, posponer el relevo en la presidencia, en tanto analizan a fondo los perfiles propuestos.

El trabajo político con miras a la renovación de ayuntamientos inicia en breve y Morena necesitará de un dirigente con experiencia política, que conozca el estado con todos los contextos políticos -recordar que Morena, por su condición de nueva creación, recibe integrantes que han cambiado de organización política al menos una vez- para evitar caer en los mismos vicios del priismo histórico.

La dirigencia nacional de Morena quiere evitar darle a un elemento de dudosa lealtad, recursos, poder y facultades para dirigir una selección de candidatos a presidentes municipales que si bien le dé , como se prevé, una gran victoria en las próximas elecciones municipales, también resulte en una sólida estructura que soporte próximos proyectos electorales, como una campaña a la gubernatura.

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Last modified on Jueves, 24 Enero 2019 15:59