Vocales extraviadas

 

Esos sobran

Nada es más importante que la seguridad y la salud de las familias hidalguenses. Bajo esta premisa toda la actividad pública se dirige a enfrentar la emergencia o en su caso, coadyuvar en labores alternas que fortalezcan el frente que él gobernó del estado construyó para afrontar la crisis sanitaria.

Como tema secundario al de la salud, preocupa la economía, hay incertidumbre sobre las condiciones del país una vez que vaya pasando la crisis sanitaria ya que no hay antecedente de una situación así, aunque algunos digan que hace 100 años la gripe española lo fue. Me detengo para argumentar que hace un siglo no había servicios de salud organizados ni seguridad social ni éramos 130 millones de personas, ni mucho menos; México como país se encontraba saliendo de la convulsión revolucionaria, algo que demoró por lo menos 15 años, así que la gripe española es referente pero no parámetro.

Hoy, aunque al Gobierno de México l no le guste reconocerlo pero sí se ciña a este modelo, el planeta se mueve con base en sistemas de producción y las reglas del mercado libre. El gobierno no da empleo o da muy pocos, el gobierno genera las condiciones de seguridad, paz social, economía, tributarias para que los capitales privados sean los encargados de hacerlo.

Desde el inicio del gobierno de Omar Fayad, en Hidalgo, se planteó un esquema para adelgazar la estructura pública y reforzar la iniciativa privada precisamente para generar empleo. De manera estructurada con el sistema educativo, que es el generador de recursos humanos, el gobierno de Hidalgo incentivó la inversión en su territorio para ampliar la oferta de empleos, la base tributaria y al mismo tiempo generar bienestar en las familias.

Como nunca antes, los capitales foráneos llegaron a la entidad y los reportes que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) sobre el empleo formal se incrementaron.

Ahora, una situación excepcional como es la pandemia por Covid-19 obligó a hacer una pausa en este programa de desarrollo. Desafortunadamente en México no hemos encontrado una ruta para que al cambio de autoridades se mantengan los niveles de crecimiento y estabilidad económica. El ingrediente político prevalece; y ante la desazón actual, está vigente porque la población descansa las responsabilidades en ese pequeño grupo al que hemos denominado "políticos".

Tenemos pendiente una elección municipal, aquellos que aspiren a un cargo público, seguramente tendrán un plan, o al menos un discurso sobre lo que intentarán hacer para ayudar a la población a superar la crisis económica que sobrevenga a la de salud.

No creo que tras la emergencia sanitaria la prioridad para nuestra entidad sea desahogar el proceso electoral. De cualquier forma la historia nos ha enseñado que, en su mayoría, los nuevos presidentes y presidentas municipales son peores que sus antecesores, que sirven a sus intereses personales y de grupo pero a la hora de mostrar empatía y solidaridad con la población les sale esa gota de sangre real, se ofenden y culpan a los medios, a sus enemigos o a la suerte, entonces ¿para qué gastamos?

 

Twitter: @bamtorre

                 @vocales_radio

 

 

 

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Last modified on Domingo, 12 Abril 2020 23:54