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Protección Civil: un llamado a la acción integral

Junio 22, 2025 201

Hidalgo, un estado caracterizado por su riqueza natural y su compleja geografía, enfrenta cada año los embates de la temporada de lluvias, un desafío que pone a prueba la capacidad de respuesta de sus instituciones y la resiliencia de sus comunidades. Las recientes precipitaciones, que han dejado inundaciones, deslaves y afectaciones en municipios como Pachuca, Mineral de la Reforma, Zempoala y Tulancingo, evidencian la necesidad de replantear la política de protección civil para garantizar la seguridad de la población.

Si bien el gobierno estatal ha mostrado esfuerzos loables, aún persisten retos estructurales que deben abordarse con una visión integral y preventiva.

En los últimos días, las lluvias han causado estragos significativos. Según datos de la Comisión Nacional del Agua, entre el 1 y el 3 de junio de 2025, Hidalgo registró 388.7 milímetros cúbicos de precipitaciones, desbordando ríos como el de las Avenidas y afectando fraccionamientos como Los Tuzos en Mineral de la Reforma. La tragedia humana también ha marcado esta temporada: la pérdida de un joven en Zempoala, arrastrado por una corriente, es un recordatorio doloroso de los riesgos que enfrentamos. 

Ante este escenario, la Subsecretaría de Protección Civil y Gestión de Riesgos, encabezada por Román Bernal Díaz, ha intensificado operativos de monitoreo, limpieza de vialidades y coordinación interinstitucional. Sin embargo, estas medidas reactivas, aunque necesarias, no son suficientes para mitigar el impacto de fenómenos que, año tras año, se repiten con patrones predecibles. 

Uno de los principales problemas radica en la falta de una cultura preventiva arraigada. A pesar de que el Atlas Estatal de Riesgos identifica a tres municipios con peligro muy alto por inundaciones y 23 con riesgo elevado, muchos ayuntamientos no cuentan con planes de contingencia actualizados ni con consejos municipales de protección civil plenamente operativos. La reciente solicitud de la Subsecretaría para que los municipios activen sus planes contra inundaciones y preparen refugios temporales es un paso en la dirección correcta, pero llega tarde, cuando las lluvias ya han causado daños. Esto refleja una carencia de planeación a largo plazo, donde la prevención debería ser la piedra angular.

Otro aspecto crítico es la infraestructura. Las coladeras tapadas, los caminos rurales obstruidos por deslaves y la basura acumulada en las calles agravan las inundaciones. Si bien la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano Sostenible ha trabajado en el retiro de escombros en lugares como Huehuetla y Pacula, estas acciones son paliativas. Es imperativo invertir en obras de drenaje modernas, desazolve preventivo de ríos y campañas de concientización para evitar que la ciudadanía tire desechos en la vía pública.

La coordinación con la Conagua también debe fortalecerse, especialmente en el manejo de presas como la Esperanza, que ya opera al 100% de su capacidad, o la Requena, al 93.9%, lo que representa un riesgo latente. 

El Fondo para la Atención de Desastres Naturales del Estado, con más de 150 millones de pesos para 2025, es una herramienta valiosa, pero su uso debe ser estratégico. En 2024, la solicitud de declaratoria de emergencia no prosperó, lo que dejó a 36 municipios afectados sin apoyo federal. Esto subraya la necesidad de agilizar los procesos burocráticos y mejorar la evaluación de daños para acceder a recursos extraordinarios. Asimismo, la capacitación de los titulares de protección civil municipales, como se ha iniciado con 15 de los 84 municipios, debe extenderse y priorizarse antes de la temporada de lluvias. 

Hidalgo no puede seguir reaccionando ante las lluvias; debe anticiparse. La política de protección civil debe evolucionar hacia un modelo de gestión integral de riesgos, con atlas municipales actualizados, simulacros periódicos y una ciudadanía informada. La colaboración entre los tres niveles de gobierno, la academia y la sociedad civil es indispensable para construir un estado más resiliente. 

Las lluvias seguirán cayendo, pero está en nuestras manos decidir si serán sinónimo de tragedia o de preparación. Es hora de actuar con visión, compromiso y solidaridad.

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Last modified on Lunes, 23 Junio 2025 00:01