El gobierno de la transformación enfrentará semanas cruciales ante del tercer informe del gobernador Julio Menchaca.
Las elecciones judiciales quedaron atrás, los señalamientos negativos hacia el proceso, sus resultados y su costo, tendrán un enfoque nacional más que local.
En el Congreso del estado tomará más protagonismo el tema de la mini gubernatura, su posible ampliación a cinco años y la no obligatoriedad de presentar una candidatura femenina. El asunto generará opinión poco a poco, es obvio que el motivo original de la nueva propuesta, viene de un cambio en la estrategia electoral del oficialismo y Morena con miras al 2028.
Un asunto que no pasará por alto a la opinión pública, es la falta de cohesión en el gabinete oficial. Las áreas de seguridad, procuración de justicia y gobierno lo intentan, pero no se sintonizan, es notorio hasta en las fotografías oficiales.
Los rumores de cambios, ajustes y salidas en todo el andamiaje público vendrán con fuerza, las filtraciones ya abundan (por cierto, para algunos despistados eso significa deslealtad de la burocracia; en este caso, es real descontento por los frecuentes malos tratos y excesos de los jefes).
En todo proyecto de gobierno sexenal, el tercer informe es un punto de inflexión, hay material suficiente o así debería ser, para el contraste con el plan estatal de desarrollo y con base en los resultados, plantear las estrategias para la última etapa del mandato, incluida la sucesión.
La administración de Julio Menchaca tiene logros económicos muy destacados, históricos; que le cambiaron el rostro al estado. Sin embargo, también tiene enemigos poderosos que aprovechan la falta de experiencia y cohesión en el gabinete para dirigir sus ataques.
No hacen falta fotos en los diarios donde aparecen los integrantes del gabinete fingiendo sonrisas; es necesario que se acaben las divisiones, los intereses personales por encima del proyecto del estado.
El texto del tercer informe puede ser extenso, lleno de optimismo y cifras nunca antes alcanzadas; puede ser un compendio muy bien encuadernado entregado a tiempo y bajo un clima de fiesta; si la opinión pública percibe, como hasta hoy, una evidente fractura, las estrategias hacia la segunda parte de la administración no podrán construirse sobre una base sólida, serán nada más, buenas intenciones.