Vocales extraviadas

 

 Dispuestos a lo que sea

En los últimos meses exfuncionarios públicos, políticos y líderes de distintos sectores generaron una corriente informativa que principalmente navega en las redes sociales, con un objetivo, me parece, muy simple y claro: reposicionarse ante la opinión pública porque añoran las mieles del poder y las nóminas públicas.

Desde que inició la administración de Omar Fayad en el gobierno de Hidalgo fue ordenada la desaparición de nóminas secretas, también desaparecieron privilegios como becas, concesiones de transporte, licitaciones a modo y un largo etcétera de beneficios exclusivos para los siervos del viejo sistema.

La medida tuvo un alto costo político y en palabras del mismo gobernador “seguimos pagando ese precio”, todo con el único fin de combatir la corrupción, transparentar la función pública y responder de verdad a la necesidad de la población.

Los integrantes de estas viejas guardias tan privilegiadas en el pasado no se conformaron e intentaron por todos los medios conservar sus beneficios, hubo quienes acudieron a la cúpula del PRI, también quien buscó al presidente y los empresarios de la comunicación arremetieron contra el proyecto de Fayad Meneses, aunque timoratos y sin el menor talento.

Pero hubo un grupo de viejos políticos, de esos acostumbrados a los grandes negocios que el ejercicio del poder trae a los corruptos cuya reacción no fue pública.

Estos empresarios de la construcción, exalcaldes, exdiputados federales y hasta malos comunicadores, tomaron la medida de racionalidad como una ofensa directa. Fieles a su estilo gansteril orquestaron una estrategia de ataque, principalmente en redes sociales, dirigida al gobierno de Hidalgo.

Temas como narcotráfico, crimen organizado, inseguridad y robo de combustible, son los preferidos de sus ataques.

Obviamente pretenden generar descontrol, incertidumbre y miedo entre la población para acusar al gobierno de ser incapaz de enfrentar esos problemas.

Los equipos especializados en inteligencia detectaron hace meses varios nodos en diferentes puntos de Hidalgo y la Ciudad de México desde los cuales surgen estos ataques.

Están documentadas sus reuniones, pláticas, la contratación de especialistas y hasta sus discusiones por temas como las publicaciones locales y nacionales que los exhiben sin que pudieran esconderlo, como acostumbran.

La gran duda en todo este asunto es: después de décadas de privilegios, los cuales les permitieron casi a todos amasar enormes fortunas ¿por qué tratan de dañar al estado y a su población, si a ellos les deben todo? ¿Creen que los hidalguenses aún les debemos algo? Peor, ¿nunca se dieron cuenta que lo que hicieron fue además de excesivo, ilegal?

 

 

 

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Last modified on Viernes, 15 Febrero 2019 14:12