Los Números del Bestia

En la década de los ochenta, al inicio del año 1982, una gran cantidad de personas esperaban la llegada de La Copa Mundial de Balompié que sería celebrada en España, pero en el mes de marzo, un día 22, la banda británica de heavy metal conocida como Iron Maiden, que en español significa la “Doncella de hierro”, nombre inspirado en un instrumento de tortura del siglo XVIII, utilizado para ejecutar la pena de muerte como castigo a los infractores de la ley. Es en esta fecha que el grupo musical da a conocer su álbum llamado “The Number of the Beast” (el número de la bestia), es considerado por los críticos como uno de los mejores álbumes de metal de todos los tiempos, pues llegó al puesto número uno en el Reino Unido y ganador de un disco de platino en Estados Unidos de América, este disco tuvo una enorme polémica debido a la naturaleza profana de las letras y su portada Diabólica. La canción comienza diciendo: “Ay de ti, oh tierra y mar, porque el Diablo envía a la Bestia con ira”, describe parte del capítulo 13 del Apocalipsis de las sagradas escrituras, por eso fueron altamente señalados de malignos, en el coro, se pronuncia el 666, el número de la bestia (Apocalipsis 18). En plena pandemia, un terremoto y una nube de polvo, generan ese ambiente de los fines de la existencia, pues todos estos acontecimientos causan problemas a la salud, física y emocional. Así comenzamos el segundo semestre del año 2020, con la noticia de que en nuestro Estado se tenían 666 muertes ocasionadas por Covid – 19, un número nada grato por todo en lo que es asociado, sin embargo, ya que estoy hablando de cifras y fechas relevantes, se cumplen dos años de lo que llaman transformación, en este tiempo, el Banco Mundial ha otorgado 2 mil 130 millones de dólares de financiamiento del gobierno federal, la presente administración ha continuado con un nuevo techo de endeudamiento, entonces la deuda si está subiendo, aunque el ritmo del adeudo ha bajado no significa que la deuda no aumente, pues se sigue pidiendo financiamiento, aunque sea a un ritmo menor.
No se preocupe apreciable lector, que yo no le diré: “No soy Economista ni Especialista, a lo mejor usted sí, ande, ayúdelos”, ni culparé a mis inquisidores o adversarios, pero si alguien se ha sentido ofendido, ofrezco disculpas, soy profundamente humano y deseo el bien a todos, ahora y siempre. En mi experiencia personal, mi abuela materna, una mujer a la que amo con todo mi ser murió a consecuencia de Cáncer, es horrible y algo que no le deseo a nadie, ver como una persona a la que amas tanto, se va muriendo lenta y dolorosamente sin que nadie pueda hacer nada, no quiero imaginarme cuantos padres ven a sus hijos padecer por esta enfermedad, sin recibir tratamiento médico y que no cuentan con los recursos para ayudar a sus seres amados, yo ya lo viví en carne propia, pero puedo asegurar que son miles los que sufren lamentablemente día a día por esta enfermedad, tal vez mucha gente si está viviendo su Apocalipsis y el fin de sus días, así que ya entendí, no es que él tenga otros datos, simplemente son los números del bestia.